martes, 21 de julio de 2009

Otero no se ve se siente


Las anjanas, los trentis y los ojancanos ya pasaron por Otero y no lo hicieron de manera desapercibida, han sido 16 días de mucho ruido grandes construcciones muchas actividades muchas anecdotas. Hemos tenido que salvar al arbol del Sapo pidiendo colaboración a seres tan maravillosos y extraordinarios como han sido el Pecu Pecu o la Osa de Andara, tuvimos que exprimirnos el coco para lograr descubrir quien nos robo el hechizo que finalmente fue el pillo del trastolillo. Ampliamos horizontes con las acamapadas llegando hasta los lugares más bonitos de Valderredible la manada ascendió hasta Bustillo del Monte la tropa hizo noche en Berzosillas y los comandos arrivaron un año más a Polientes. Para celebrar los 40 años invitamos a los Papis a sentir la magia de Otero y ver el cielo estrellado más brillante jamas imaginado, hizimos juegos con ellos nos inventamos canciones y repasamos los grandes momentos del grupo. Una vez que los padres se marcharon nos quedamos un poco tristes pero la aventura continuaba era el turno de los Raids, momentos de picardia e ingenio, astucia y habilidad donde desde lobatos hasta comandos tenian que buscar las mejores formas para pasar la noche, unos más ayudados que otros y algunos usando el comodin de la retirada superaron la aventura y cumplimentaron las pruebas que les habiamos mandado. Aun quedaron días para disfrutar jugando todos juntos de unas olimpiadas donde un duende andaba suelto con acertijos para todos y puntos para los más sabios. El gran juego nocturno se hizo esperar pero a pesar de los tramposillos y los despitados con las normas a nadie le disgusto, se cambio de zona y se cambio de formato algo nuevo traido desde León. El viaje del grupo al rio este año le acompaño una zona de baño repleta de agua y un tiempo perfecto para poder disfrutar, este año falto el helado y una salida un poco menos precipitada pues el sol se gasto todo y a media tarde ya no quedaba para calentar. Al recoger siempre nostalgia desmontamos y pensamos en todo lo que nos llevo levantar las colosales construcciones, otro año que Otero se termina y con este van 40 la fiesta final hace de colofon momento de maxima intensidad de las ilusiones y las amistades creadas siempre hay gente nueva que Otero engancha porque lo sienten porque lo viven y el año que viene repiten.
Gracias a todos niños, padres, monitores y demás colaboradores pues sin vosotros no habria sido posible.
Akela.